Somos jóvenes, libres y locos, imparables, indomables,
soñadores, rebeldes, ansiosos de tomar el mundo y hacerlo nuestro.
Twitter es una red social joven, el promedio de edad
de los usuarios que me sigue, es 26 años; 84% son menores de 34 años y 53% del
total, es mayor de 18 y menor de 24 años. Para la gran mayoría de los usuarios
mexicanos de Twitter, esta, es la primera elección presidencial en la que
participan, y es también, principalmente, la primera en la cual el internet y
las redes sociales están jugando un papel importantísimo entre estos jóvenes que
van a votar por primera vez.
Me resulta muy emotivo ver a todos estos usuarios, jóvenes,
entusiasmados y apasionados por usar sus cuentas para expresar su apoyo o
rechazo a algún candidato, por usar las redes sociales para difundir información,
enlaces, fotografías, etc… de manera inmediata, viral y totalmente incontrolable
e imposible de silenciar para aquellos a quienes no les conviene.
Los viejos métodos en los cuales las televisoras,
estaciones de radio y periódicos limitaban y tergiversaban la información, están
siendo no solo rebasados, sino exhibidos y condenados por esta juventud desde
las redes sociales, al grado que han tenido que recular y/o quedarse callados
soportando el peso de la vergüenza.
Es pues, satisfactorio, ver a una juventud alejada de
la apatía, interesada por su país y su destino, dispuesta a asumir la
responsabilidad que como ciudadanos les corresponde en un país democrático como
lo es nuestro querido México.
Lo dije antes, Twitter es un medio plural y libre pero
imperfecto y hasta engañoso, y de la misma forma que me emociona verlos tan
entusiasmados, me preocupa también el hecho de que este entusiasmo pueda rayar
en el fanatismo que es igual de peligroso que la apatía.
Quiero decir, por una parte vemos que las encuestas oficiales
dan a Peña Nieto el 50% de las preferencias, contrastando con el 84% a favor de
López Obrador en las que se realizan de forma independiente a través del
internet… ¿a cuál creerle?
Es bien fácil acusar a las encuestadoras (y a todo
aquel que no piense como la mayoría) de ser unos vendidos, y claro, tenemos
razones para dudar de ellos, pero… ¿y las del internet son reales? ¿Podemos
confiar en que representan la realidad de todo México? Todos sabemos que la
respuesta es No.
Las encuestas que realizan las casas encuestadoras son
telefónicas, y yo pregunto: ¿Quién contesta (la mayoría de las veces) el teléfono
de casa mientras ustedes, jóvenes, están comunicándose con sus amigos vía
internet o mensajes de texto? Exacto, su mamá, la señora de la casa, que puede o
no, pensar igual que ustedes.
¿Qué pasaría entonces si AMLO no resultara ganador
como muchos de ustedes ahora lo ven? ¿Le robaron? ¿Fraude otra vez? ¿Cómo puede
ser posible que no gane si “tus” encuestas le dan el 84% a favor? ¿Estallido
social?
Resulta pues riesgoso confiar en que la ventaja que AMLO
tiene entre la juventud que usa las redes sociales, lo pueda llevar a la victoria
a sabiendas de que estas no representan el total ni el grueso de la población
en todo el territorio.
¿Qué les quiero decir con esto? Que me da muchísimo gusto
y en verdad me entusiasma verlos tan participativos, tan activos, tan
consientes de la importancia que tiene esta elección presidencial para el
futuro de México y de todos nosotros. Estamos por hacer historia, por hacer una
elección diferente, nuestra, por decir un ¡ya basta! a los políticos, y hacerles
entender de una buena vez que ellos son servidores públicos, que están aquí para
cuidar y representar nuestros intereses, para instituir leyes y aplicarlas y
para llevar a México a la grandiosidad de país que puede ser, que merecemos y
que nos han arrebatado. Que no basta con ir a votar, sino que de ahora en
adelante los vamos a estar vigilando, a ver lo que hacen con la confianza que
les brindamos con nuestros votos, a exigir que lleven a cabo las promesas que
nos hicieron y que, como sociedad, como ciudadanos, asumamos la responsabilidad
también de cuidarnos a nosotros mismos, de denunciar el delito, de no ser
participes de la corrupción, de comenzar el cambio desde la casa, de ser
honestos y de respetar a quienes no piensen como nosotros, a vivir pues en una
libre democracia en la cual, por fin, nos hagamos escuchar.
No se confíen a lo dice el internet, usémoslo con lo
que es: una gran herramienta de comunicación, un foro de expresión y un altavoz
que nadie, pero nadie, pueda callar.
No basta, amigos, no basta con hacer hashtags, con
hacer TTs, con poner fotos en nuestros Facebook, allá afuera hay mucha gente
que no tiene internet y que también vota.
Basta pues con el activismo de sofá, hay que poner los
pies sobre la tierra y dejar de vanagloriarse por hacer trending topics en
Twitter de sus causas, no digo que este mal, al contrario, que bueno que así
sea, pero recuerden que no basta y que tampoco es representativo de la
realidad.
Los felicito a todos ustedes por hacer de este,
nuestro twitter, lo que está siendo, por dejar a un lado los favs y los
followers y usarlo para fines más útiles, por usarlo como nuestra voz.
Sin importar a quien apoyen o quien crea que sea el
mejor, los invito a seguir participando y a seguir debatiendo, con respeto y lo subrayo, con nivel de debate
y no con insultos. Hagamos esta elección nuestra, cambiemos México, es hora de arrebatárselo
a quienes se han servido de él y participar juntos en un mejor futuro para
nosotros y para nuestras futuras generaciones.
Muchas gracias por su atención y difusión a la
presente.
Willy @wo_0