Fueron días difíciles para todos, no solo para los candidatos ni para los partidos; familias, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc... todos de alguna forma hablamos del tema, lo discutimos y en algunos casos peleamos. En momentos hubo quienes gritábamos: ¡Ya que sean las elecciones y que se acabe todo esto!
Finalmente llegó el día y es hora de salir a votar, escuchamos y vimos suficiente, a favor y en contra de todos los candidatos, tuvimos noventa días de un bombardeo intenso de información que nos permitió generarnos una decisión si es que no se tenía ya.
El internet jugó un papel importante, demasiado importante en mi opinión, le dieron en los medios de comunicación un peso mayor al que quizá merecía, ya que aquí se escucharon y vieron las expresiones y el sentir de un gran sector de la población, como nunca antes se había visto, pero definitivamente, no todos los mexicanos expresaron su sentir en las redes sociales.
Aun así fuimos protagonistas y un factor muy importante en esta elección, pero debemos reconocer que mucha de la información que aquí surgió carecía de veracidad, de pruebas contundentes, hubo manipulación de imágenes y de situaciones que no pasaron como creímos que pasó. Es parte de las campañas y es parte de la guerra sucia que tambien se jugó en internet.
Todos, sin exculpar a nadie ni a ningún partido fuimos partícipes de esa guerra sucia, con intención o sin ella compartimos y difundimos información que resultó falsa o calumniosa... pero, y he aquí lo importante, esto quedó atras, desde luego que las autoridades electorales aún tienen que verificar si no se violaron reglas ni se rebasaron los topes de gastos y aplicar en todo caso los castigos correspondientes. Pero para nosotros, los ciudadanos, nuestro momento llegó.
Qué fue lo que nos dividió sino la forma de expresar este profundo amor por México, todos creímos que nuestro candidato sería el que mejor, que sería el que podría resolver los problemas de nuestro país, porque eso fue lo que nos prometieron todos y eso es lo que esperamos de ellos, dudamos, sí, de la capacidad de los adversarios y por ello defendimos con vehemencia lo que creímos, afortunadamente vivimos en una democracia y tendremos que acatarnos a quien haya decidido la mayoría.
Es pues nuestro deber, votar, vigilar las casillas, cuidar nuestra elección y que esta sea lo más transparente posible, no debemos permitir de ninguna forma que se juegue con la voluntad de México y que gane quien gane, lo haga de manera legal e irrefutable. Es de esperarse tambien que puedan surgir algunos incidentes, obvio, esperemos que no sucedan.
Personalmente me preocupa mucho la predisposición que existe entre algún sector de los electores a que el fraude es inminente y que dolosamente llegaran a utilizar estos incidentes que pudieran ocurrir para desacreditar todo el proceso electoral, insisto esperemos que no pasen, nadie desea que pasen y es labor de todos evitarlos.
Son otros tiempos, quien llegue a la presidencia se enfrentará a un ciudadano crítico, que estará al pendiente de sus acciones, vigilante de que se cumplan las promesas pero sobre todo consciente de que la ciudadanía es tambien responsable de contribuir a realizar ese cambio que tanto necesita nuestro país.
Demos paso a la reconciliación, el enemigo no es el vecino que apoyó un candidato distinto al tuyo, el enemigo es el crimen organizado, la corrupción, la discriminación, la intolerancia, el abuso de poder.
Brindo mi mano a todos aquellos que aman a México y lo manifestaron apoyando a cualquiera que fuera su candidato, ofrezco disculpas si ofendí a alguien durante este proceso y hago una invitación a la reconciliación, a la paz y a la tolerancia.
Si las elecciones nos dividieron, que el amor por México nos una.
Gracias.
Willy @Wo_0
